sábado, 13 de abril de 2019

Claves para escribir un texto


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Escribir bien es una tarea que para  escritores como Gabriel García Márquez es difícil: “El oficio de escritor es tal vez el único que se hace más difícil a medida que más se practica”. Para otros, como Eduardo Galeano es fácil: “Por suerte no me faltan picazones en la mano y escribo constantemente. Además es lo único que más o menos me sale”; sin embargo, si usted es una persona que está incursionando en el mundo de la escritura, debe tener en cuenta estos ocho pasos para elaborar un buen texto.



Delimitar la temática:

Tener claridad sobre aquello que va a escribir es fundamental, las ideas no fluyen bien, si no sabe hacia dónde va.  Tenga en cuenta el tipo de público al cual va a dirigir su escrito, puesto que no es lo mismo escribir para un amigo que para un jefe; esta delimitación le permitirá saber qué lenguaje utilizar y qué tanta explicación debe dar de cada idea; por ejemplo, es probable que sus compañeros de trabajo o estudio conozcan la temática sobre la que está escribiendo, pero una persona que desconozca a qué se dedica o no sepa cómo es su lenguaje necesitará más especificidades.


Investigue sobre el tema

Tener una perspectiva amplia de lo que va a hablar le permitirá estar seguro de lo que va a plantear en su texto, para escribir bien, consulte recursos útiles: busque en internet, vaya a librerías, pregúntele a personas cercanas, busque expertos en el tema y, en general, infórmese sobre lo que quiere abordar. Recuerde que el contenido debe ser tan importante como la forma; es decir que saber cómo mejorar la redacción implica conocer la puntuación, la gramática, el uso del miso tiempo gramatical en todo el texto, la planeación y evitar los errores frecuentes. Recuerde que el contenido es tan importante como la forma.

Establezca subtemas

No solo es indispensable saber de qué va a hablar, escribir bien incluye saber qué va a decir. Lo puede desarrollar en diferentes tipos de párrafo. pueden ser: narrativos, descriptivos, narrativos, etcétera.

Ahora que conoce diversos tipos de párrafo, podrá darse cuenta de que tiene herramientas que serán de utilidad para su ejercicio de buena redacción. Tener claridad sobre lo que va a escribir y cómo lo va a hacer es fundamental para no perder tiempo en rodeos innecesarios que hacen que su texto sea infinito y carezca de sentido.


Defina la extensión del texto

Esto le ayudará a saber cuántos párrafos utilizar en el texto para desarrollar el tema y no se extenderse más de lo necesario. Tenga en cuenta que los medios digitales son más permisivos en cuanto a la extensión del texto, lo cual no ocurre con los textos impresos, que tienen otro tipo de procedimiento y que pueden ser mucho más extensos; además es importante que determine qué tipo de texto va a escribir; si es para un correo electrónico, un documento administrativo o académico                            
Elabore una radiografía textual con temas y subtemas

Hacer una radiografía textual es una buena herramienta para mejorar la redacción. El esqueleto del texto le permitirá crear un esquema jerárquico. Comience por el tema, que a su vez se divide en subtemas y que podrá desarrollar en cada uno de los párrafos del texto, esto le permitirá tener un orden estructurado de lo que va a escribir.

Escriba

Este es el paso en el cual se demorará más, ya que si bien es cierto que ya tiene claridad sobre lo que va a escribir, hablar de un tema específico, aunque sea experto, se complica con las formalidades: normas APA, ortografía, coherencia, cohesión, etc.

Tenga en cuenta el orden gramatical de la oración: sujeto-verbo-complemento. Tómese unos minutos para generar una lluvia de ideas que le permita recordar todo lo que sabe sobre el tema. Cuestiónese como lo haría con un producto que va a comprar: para qué, cómo es, a quién lo dirijo, dónde puede leerse, por qué lo escribo, etcétera.

Evite dar tantos rodeos, ya que la claridad textual es lo más importante de lo que se quiere decir para evitar un texto redundante.

Prepárese física y mentalmente. Elija un espacio, horario y tiempo adecuado para escribir. Cuide su salud, comiendo a horas específicas y consumiendo alimentos que no sean pesados para su organismo. Estar mal física y mentalmente pueden ser factores de distracción, relevantes al momento de escribir.

También es muy importante despejar la mente antes de escribir; esto le permitirá tener claridad en las ideas y estructurarlas de una mejor forma. Hay prácticas útiles antes de escribir, como: revisar redes sociales, tomar alguna bebida o hablar con alguien.

Revise

Leer una y otra vez el texto le permitirá encontrar errores formales. Puede revisar que su texto sea coherente, que no tenga errores ortográficos, que no le sobren o falten signos de puntuación, entre otros. Hágalo al día siguiente, cuando esté menos cansado. Deje que un amigo o colega lo lea y le dé sugerencias al respecto.  Permitir que otros lo lean le dejará ver si lo que está escribiendo puede ser para un público específico o para un público general.

 
 Corrija

Este paso va de la mano con el anterior, puesto que mientras revisa su escrito lo puede ir corrigiendo para que su texto quede impecable.

Imagen extraída de okdiario.com

Esrito por Alejandra Ortiz Salazar.

domingo, 7 de abril de 2019

La princesa ardiente

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Hubo una vez una princesa increíblemente rica, bella y sabia. Cansada de pretendientes falsos que se acercaban a ella para conseguir sus riquezas, hizo publicar que se casaría con quien le llevase el regalo más valioso, tierno y sincero a la vez. El palacio se llenó de flores y regalos de todos los tipos y colores, de cartas de amor incomparables y de poetas enamorados. Y entre todos aquellos regalos magníficos, descubrió una piedra; una simple y sucia piedra. Intrigada, hizo llamar a quien se la había regalado. A pesar de su curiosidad, mostró estar muy ofendida cuando apareció el joven, y este se explicó diciendo:
- Esa piedra representa lo más valioso que os puedo regalar, princesa: es mi corazón. Y también es sincera, porque aún no es vuestro y es duro como una piedra. Sólo cuando se llene de amor se ablandará y será más tierno que ningún otro.
El joven se marchó tranquilamente, dejando a la princesa sorprendida y atrapada. Quedó tan enamorada que llevaba consigo la piedra a todas partes, y durante meses llenó al joven de regalos y atenciones, pero su corazón seguía siendo duro como la piedra en sus manos. Desanimada, terminó por arrojar la piedra al fuego; al momento vio cómo se deshacía la arena, y de aquella piedra tosca surgía una bella figura de oro. Entonces comprendió que ella misma tendría que ser como el fuego, y transformar cuanto tocaba separando lo inútil de lo importante.
Durante los meses siguientes, la princesa se propuso cambiar en el reino, y como con la piedra, dedicó su vida, su sabiduría y sus riquezas a separar lo inútil de lo importante. Acabó con el lujo, las joyas y los excesos, y las gentes del país tuvieron comida y libros. Cuantos trataban con la princesa salían encantados por su carácter y cercanía, y su sola prensencia transmitía tal calor humano y pasión por cuanto hacía, que comenzaron a llamarla cariñosamente "La princesa ardiente".
Y como con la piedra, su fuego deshizo la dura corteza del corazón del joven, que tal y como había prometido, resultó ser tan tierno y justo que hizo feliz a la princesa hasta el fin de sus días.

Escrito por: Adrián Ramírez (colaborador del blog)
Este cuento ha sido extraído de las reconocidas caricaturas Hora de aventura ,perteneciente a la empresa de animación Cartoon Network.
Imagen extraída de; Sakura.rose12

miércoles, 3 de abril de 2019

"¿Que necesitamos para pensar?"

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El pensamiento es una actividad mental no rutinaria que requiere esfuerzo, o como lo que ocurre en la experiencia cuando un organismo se enfrenta a un problema, lo conoce y lo resuelve. El pensamiento implica una actividad global del sistema cognitivo con intervención de los mecanismos de memoria, atención, procesos de comprensión, aprendizaje, etcétera. Es una experiencia interna e intersubjetiva.
El pensar es una habilidad humana. Pero no todos nacemos con ella, “pensar” se aprende y se desarrolla de forma personal. No todos tienen la habilidad, se podría decir que por flojera. Pensar no es tener conocimientos de cualquier cosa en el mundo, si no, en racionalizar posibilidades y discernir entre “lo bueno y lo que es malo”. Todos tenemos la posibilidad de pensar, sin embargo no todos sabemos pensar.
Para pensar es clave tener un buen conocimiento del lenguaje y de la mente humana: sus motivaciones, funcionamiento y de las limitaciones. Este conocimiento nos permite discernir cuando una observación es real y cuando se debe a limitaciones humanas; de igual manera, nos permite saber cuándo se emplea el lenguaje de manera correcta y cuando se le emplea para manipular o esconder alegatos insustanciales.
Finalmente, para pensar se debe tener una curiosidad natural y tener una sed de conocimiento sin barreras. Esta curiosidad conduce a buscar constantemente los conocimientos necesarios para evaluar las afirmaciones con las que nos enfrentamos en el día a día.

Esta es una síntesis de un trabajo de investigación sobre el pensamiento, extraída de la página scribd.com
Imagen  extraída de: Blog Dataprius.


martes, 2 de abril de 2019

Comentario a cita "Lo primero fue el habla"





“Lo primero fue el habla. Una necesidad de sentir la compañía de los otros, de arrancarse de la originaria soledad, de emitir sonidos que la lengua fue articulando, modulando, convirtiendo en palabra. A esa voz, enriquecida a lo largo del tiempo, el “filósofo”, como llamaban a Aristóteles, dijo que era un soplo, un “aire semántico”. No sólo un grito. Ese aire decía cosas, señalaba los árboles, los mares, las estrellas, alumbraba ideas que, en principio, eran “lo que se ve” y en esas “visiones”, creaba comunidad, solidaridad, amistad. Surgía así un universo en el que los seres humanos comenzaron a sentirse y entenderse.”

En esta cita habla sobre la comunicación, la necesidad que tiene el hombre de comunicarse, primero emitiendo sonidos que se relacionan de alguna forma con los componentes de su medio, un  “aire semántico” como el intento de nombrar las cosas que forman parte de un mismo medio y las visiones como una reproducción gráfica de su realidad de forma mental que también es una forma de comunicación visual y que de alguna forma va formando lazos con otros.